- "Sólo quería - las palabras se aferraron a su garganta - sólo quería volver a escuchar tu voz..."
Se hizo un silencio vacío y profundo.
-"Verás hoy no ha sido un gran día... pero he visto aquellas pinturas que me regalaste y no he podido resistir la tentación. He bosquejado aquella puesta de sol en las costas de nuestro último viaje. ¿Te acuerdas cómo nos quemamos a rabiar las piernas por no poder dejar de mirarnos? - y una sonrisa se le escapó, deseando formar parte de su rostro, en un trazo improvisado y honesto.
-"También he coloreado ese recuerdo que palidecía por el olvido y le he dado un nuevo significado bajo el papel.
Luego me he entretenido copiando la pluma que tenemos compartida y de ella han salido multitud de colores, como si fuese un prisma... y sus haces de luz han rebotado por toda la habitación y han ido más allá...
Estaba a oscuras y aún sentía todos esos matices. Algunos me asustaban pero otros brillaban con tanta fuerza... o quizás era por eso que los temía... Ahora sé que siempre estuvieron ahí aunque no siempre les presté atención. Por eso necesitaba compartirlo contigo; porque tú entendiste desde el primer día mis juegos de palabras y me hiciste libre en mis colores.
Supongo que todo se ha basado en conocernos antes de encontrarnos. Y eso a veces inquieta... ¿qué te voy a contar? Sin embargo a mí me da fuerzas para seguir conociéndote en tus matices.
Al fin y al cabo eres uno de los trazos más importantes de mi vida"
Y colgó el telefóno
que nunca
dejó de
comunicar,
esperando
que el mensaje
se hubiese grabado
en el buzón atestado de sus llamadas
y en su corazón.