Tatuado en las esquinas de mi alma
ese "no hay nadie como tú"
perfora ya los huesos,
la memoria
y el entendimiento.
Caigo en la locura de la tinta
cuando empieza a marchitarse
tu aguja de las palabras.
Das paso a la quemazón de aquellas frases
que nunca terminaron de curarse.
Ahora exteriorizo
en forma de cicatrices
esta huella inmune a no estar a tu lado,
inflamadas por la misma razón,
calmadas sólo con la promesa de volver a verte.
Insúflame aliento,
llena estos huecos de éter
con tus labios eternos
que me aterra tener que remolcar
un lienzo incompleto.
¿Lo ves?
Las dudas agonizan
ahora que en mi esencia se perfila
una flor de papel.
domingo, 19 de febrero de 2017
sábado, 11 de febrero de 2017
Acto III
Con frecuencia,
evitamos las cosas que más deseamos,
ocultamos nuestros anhelos,
los enterramos en excusas cansadas
esperando que se desvanezcan por sí solas.
Un abrazo, que nunca debió terminar, roto por las normas del decurso.
Unas manos que sólo se entrelazaron con el viento.
Un beso que murió en unos labios indecisos.
Basta un gesto, una mirada para delatarnos,
para revelarnos como falsos actores
de una vida dramatúrgica.
E incluso a contrapié
hacemos por conservar el disfraz.
El figurante de su propia obra,
el perfecto huésped de una existencia estándar.
Despropósitos, fines arrojados al silencio
con una mordaza de conciencia represiva,
otro ancla para un corazón que ansía latir.
Yo claudico ante las presiones de la experiencia.
Elijo vivir sintiendo.
Me atengo a las consecuencias.
evitamos las cosas que más deseamos,
ocultamos nuestros anhelos,
los enterramos en excusas cansadas
esperando que se desvanezcan por sí solas.
Un abrazo, que nunca debió terminar, roto por las normas del decurso.
Unas manos que sólo se entrelazaron con el viento.
Un beso que murió en unos labios indecisos.
Basta un gesto, una mirada para delatarnos,
para revelarnos como falsos actores
de una vida dramatúrgica.
E incluso a contrapié
hacemos por conservar el disfraz.
El figurante de su propia obra,
el perfecto huésped de una existencia estándar.
Despropósitos, fines arrojados al silencio
con una mordaza de conciencia represiva,
otro ancla para un corazón que ansía latir.
Yo claudico ante las presiones de la experiencia.
Elijo vivir sintiendo.
Me atengo a las consecuencias.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)