martes, 29 de agosto de 2017
(La chica paréntesis)
Ella siempre confiaba
en que la vida rompería el hielo
sin darse cuenta de que la escarcha
se adhería a sus labios.
Los pliegues de sus sábanas
dibujaban interrogaciones,
sus canciones ya no contestaban,
el mundo se hacía más ruidoso.
Cada día era testigo
de conversaciones airadas
con olor a cerrado.
Y aunque no quería entregarse
a un presente acotado
ni a una distopía,
sin motivo,
la chica paréntesis
renunció al sonido.
Miraba de cerca y amaba de lejos
pero erraba desde lo más profundo
al encerrar lo más importante
entre dos signos,
metáforas de una infravaloración
sin frecuencia ni amplitud.
Uno siempre es incapaz de ver
lo que no ve.
Solo bastó un día claro
para poner fin
a este compromiso velado.
Una anomalía,
una chispa en sus ojos,
un espasmo en sus manos.
Las palabras se alzaron,
formaron tormentas de interior
y crucigramas de sentidos encallados.
Ella quiso recogerlas todas;
las guardó en botes de sal,
en las cajas de los zapatos viejos,
en los sobres de las cartas que nunca envió
y en las historias que no tuvieron lugar.
Entonces
se dio cuenta de que
la vida
no se vive entre paréntesis.
Vídeopoema:
https://www.youtube.com/watch?v=oRM6rqfCwG8
domingo, 6 de agosto de 2017
- CENSURADO -
Ellos llegaron una noche,
tras un suspiro,
sin previo aviso,
con aire displicente,
portando en sus botas
el camino de los prófugos
y la soledad subyacente.
Tacharon cuadernos,
rompieron poemas,
quemaron ideas.
Lanzaron amenazas contra mis metáforas,
indefensas, rotas sobre la madera.
Gritaron censura, juicio y sentencia.
Veinte años le cayeron,
tres menos por buenas compañías,
allí donde la verdad resuena
encerrada bajo barrotes de tinta,
anhelando el brillo de una pluma nueva.
Ahora sé que escribí versos prohibidos,
no por depravados
o impropios de una mente decente
(a saber...)
sino por sugerir esperanzas,
por hablar de cosas que
aún no eran ciertas
pero que tenían mucho de verdad
y que debían permanecer dormidas
conservando su naturaleza titilante,
la suavidad de una fantasía
enmarcada por la circunstancia.
Igual beber no sea lo mío
o tal vez sea esto de revivir recuerdos a palo seco.
Siempre me sedujo la sensación de crear
en estado de caos.
Puede que el tono te desconcierte
pero tú,
tú que conoces mis versos
y entiendes mis palabras
llegarás a su esencia.
Al abrirla hallarás que la nota base no se centra en mí,
que la nota de salida habla del tiempo y de la espera.
Destilé durante horas pensamientos,
deseché fragancias,
siempre llegué a la misma conclusión:
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