martes, 14 de noviembre de 2017

Realidades (Domingo 12)

   Insomnio preventivo, 
   recetado contra todo diagnóstico
   para cuidar los sueños, 
   para hacer desfile de memorias 
   y carnaval de recuerdos.

   Noches a la deriva, 
   impelidas por el arte en vena,
   sin tener claro el camino
   pero sin miedo a la carrera.

   Las huellas de una magia eterna, 
   de las que calan los huesos y el alma
   con una sola mirada sincera, 
   de las que reavivan los delirios
   de una pluma etérea.

   Las dimensiones imperfectas
   de una belleza objetiva, 
   rescatada en el naufragio 
   de una voz consumida.

   Las promesas en la piel 
   laten alborozadas con cada palabra, 
   dejando atrás un mundo en auto destrucción, 
   para embeberse de sinestesias elevadas.

   Morados y verdes pintan las pupilas
   al ritmo de una armonía, 
   a la métrica de un parpadeo
   advertido en la lejanía.

   Despierto, doliendo la rutina, 
   el vacío que sigue 
   a la plenitud de los sentidos
   porque he olvidado el motivo 
   de buscar lo especial 
   en lo anodino.

   Despierto, ahora sí, 
   al reparar en que  
   si somos constructos de nuestras elecciones, 
   de quiénes nos rodean, 
   solo puedo ser
   la mejor de mis realidades paralelas.