No,
este año no iré al gimnasio todas las semanas.
Tampoco me quitaré los vicios del pasado.
Café, tinta y mojito para una mente sana.
El tabaco, qué asco, todo para vosotros
que hoy no quiero hablar de otras plantas.
Sí,
este año caerá otro tattoo.
Dormiré poco para poder seguir soñando.
Pondré metas a ras de suelo
porque lo mejor no siempre se encuentra
a grandes alturas
pero sí entraña lo más elevado,
teniendo claro que desde el corazón
se apunta de verdad.
No,
este año no me dedicaré más tiempo.
La arena caerá en favor de los abrazos que
tardaron demasiado en (re)encontrarse.
Más minutos para mis pilares,
que son pocos
pero, de siempre,
allegados.
Sí,
este año empezaré con presbicia
sabiendo que mi cristalino se cegó
de tanta belleza.
Me volveré más pastelito sin que se caiga
la guitarra de las manos.
Aprenderé las nuevas melodías
escritas a flor de piel.
Iré a donde me lleven esos acordes.
Me quedo con los turrones y el chocolate,
con este poema margarita,
con los planes de fuga a una aurora boreal,
con las religiones improvisadas
sobre el dogma de una mirada mágica.
Me propongo la libertad
en tus alas,
con la energía renovada
y el futuro acelerado
que para cuidarse del vértigo de vivir
ya están
los despropósitos de años pasados.
lunes, 25 de diciembre de 2017
martes, 14 de noviembre de 2017
Realidades (Domingo 12)
Insomnio preventivo,
recetado contra todo diagnóstico
para cuidar los sueños,
para hacer desfile de memorias
y carnaval de recuerdos.
Noches a la deriva,
impelidas por el arte en vena,
sin tener claro el camino
pero sin miedo a la carrera.
Las huellas de una magia eterna,
de las que calan los huesos y el alma
con una sola mirada sincera,
de las que reavivan los delirios
de una pluma etérea.
Las dimensiones imperfectas
de una belleza objetiva,
rescatada en el naufragio
de una voz consumida.
Las promesas en la piel
laten alborozadas con cada palabra,
dejando atrás un mundo en auto destrucción,
para embeberse de sinestesias elevadas.
Morados y verdes pintan las pupilas
al ritmo de una armonía,
a la métrica de un parpadeo
advertido en la lejanía.
Despierto, doliendo la rutina,
el vacío que sigue
a la plenitud de los sentidos
porque he olvidado el motivo
de buscar lo especial
en lo anodino.
Despierto, ahora sí,
al reparar en que
si somos constructos de nuestras elecciones,
de quiénes nos rodean,
solo puedo ser
la mejor de mis realidades paralelas.
recetado contra todo diagnóstico
para cuidar los sueños,
para hacer desfile de memorias
y carnaval de recuerdos.
Noches a la deriva,
impelidas por el arte en vena,
sin tener claro el camino
pero sin miedo a la carrera.
Las huellas de una magia eterna,
de las que calan los huesos y el alma
con una sola mirada sincera,
de las que reavivan los delirios
de una pluma etérea.
Las dimensiones imperfectas
de una belleza objetiva,
rescatada en el naufragio
de una voz consumida.
Las promesas en la piel
laten alborozadas con cada palabra,
dejando atrás un mundo en auto destrucción,
para embeberse de sinestesias elevadas.
Morados y verdes pintan las pupilas
al ritmo de una armonía,
a la métrica de un parpadeo
advertido en la lejanía.
Despierto, doliendo la rutina,
el vacío que sigue
a la plenitud de los sentidos
porque he olvidado el motivo
de buscar lo especial
en lo anodino.
Despierto, ahora sí,
al reparar en que
si somos constructos de nuestras elecciones,
de quiénes nos rodean,
solo puedo ser
la mejor de mis realidades paralelas.
domingo, 29 de octubre de 2017
El viaje
Empezar por un reencuentro
y acabar por encontrarse en los demás
bien podría ser la sinopsis de tres días y una mini noche,
de cientos de instantáneas captadas
con la cámara y la mirada,
de no poder dejar de sonreír,
de hincharse a azúcar y recuerdos,
de estar cansada y no querer dormir,
del misteriosillo de Yav,
de las cartas y los yo nunca,
de abrirse al mundo y a la aventura,
de retomar el surrealismo en cualquier
calle y vagón,
de dejarse fascinar por la naturaleza y la buena conversación,
de irse la respiración,
de brujenses y gaditanos,
de ser extranjero y paisano,
de vivir sin bandera ni limitación,
de descubrir que quien camina a tu lado
es arte
y de quien duerme a tu vera
eres inseparable,
del etcétera que devuelve a la pluma
su vigor.
Y es que las palabras se vuelven pequeñas
al expresar un sentimiento tan grande,
porque recorrer Bruselas era una simple excusa;
compartir tiempo con vosotras
era el auténtico viaje.
y acabar por encontrarse en los demás
bien podría ser la sinopsis de tres días y una mini noche,
de cientos de instantáneas captadas
con la cámara y la mirada,
de no poder dejar de sonreír,
de hincharse a azúcar y recuerdos,
de estar cansada y no querer dormir,
del misteriosillo de Yav,
de las cartas y los yo nunca,
de abrirse al mundo y a la aventura,
de retomar el surrealismo en cualquier
calle y vagón,
de dejarse fascinar por la naturaleza y la buena conversación,
de irse la respiración,
de brujenses y gaditanos,
de ser extranjero y paisano,
de vivir sin bandera ni limitación,
de descubrir que quien camina a tu lado
es arte
y de quien duerme a tu vera
eres inseparable,
del etcétera que devuelve a la pluma
su vigor.
Y es que las palabras se vuelven pequeñas
al expresar un sentimiento tan grande,
porque recorrer Bruselas era una simple excusa;
compartir tiempo con vosotras
era el auténtico viaje.
sábado, 16 de septiembre de 2017
Dramones y Mazmorras
Hay días que siento
la obsolescencia en los huesos
y en la piel se reflejan
las ideas que tiento.
Las luces avisan,
estamos en juego.
Ahora vuela el dado sobre el cielo.
Nadie lo ha lanzado
pero todos miran con recelo.
Estamos en esta partida
esperando de otros movimientos,
ignorando que es la vida.
Tu pieza,
un peón descabezado,
contemplando desde la salida.
Primera parada.
El miedo institucionalizado,
la intolerancia normalizada,
un punto más para la manada.
Misiles con cabezas paranoicas
surcan las mentes
y encienden antorchas.
Avanzas tres casillas.
Allí, la soledad aguarda bajo el fino hielo,
futura consternación del público merino,
la expiación del masoquista,
un mero panfleto.
Otra vez tu turno.
Caes en el fisgoneo,
en las ganas de un concepto propio,
el primer aleteo.
Búsquedas que comienzan por
"los países más peligrosos del mundo para ser..."
y terminan con la incredulidad
de que ser algo
suponga un peligro.
Te han pillado.
<<¡Por armar camorra,
condenado a la mazmorra!>>
grita el alguacil a perder echado.
Carta de libertad
no pueden prometer
salvo a los que viven
encadenados al poder.
Una tirada castigad@.
Alguien pregunta <<¿Y el cambio climático?>>
Nos bebimos el ártico,
de un solo trago,
de eso ya nos confesamos.
Retomas tu voluntad orientada
para derrumbarla en la casilla de los "dramones".
¿No te combina la camisa con las bambas?
Igual es porque no vas descalzo.
¿Alguna vez te dolió el corazón?
Igual vamos bien y no es para tanto.
Y es que en esta postal
las flores yacen en el suelo
mientras que en los árboles crecen sus siluetas,
alimentándose de la superflua claridad,
de la flaqueza de lo no dicho.
Doy la vuelta al tablero.
Aquí, el otro mundo,
aquél por el que apuesto,
el que contradice este poema,
el que abraza las diferencias "inabarcables"
y ensalza lo especial.
El mundo en el que el único rol
es ser uno mismo
y que le jodan al qué dirán.
El mundo de momentos y ahoras
en el que no haya más tiempo verbal.
El mundo de prepiropos,
libertad en el corazón,
como tabú la inhibición.
El mundo en el que se puede morir de Stendhal
y resucitar a bocanadas de sueños.
El mundo que no es utopía,
sólo empeño.
¿Tiramos el dado?
la obsolescencia en los huesos
y en la piel se reflejan
las ideas que tiento.
Las luces avisan,
estamos en juego.
Ahora vuela el dado sobre el cielo.
Nadie lo ha lanzado
pero todos miran con recelo.
Estamos en esta partida
esperando de otros movimientos,
ignorando que es la vida.
Tu pieza,
un peón descabezado,
contemplando desde la salida.
Primera parada.
El miedo institucionalizado,
la intolerancia normalizada,
un punto más para la manada.
Misiles con cabezas paranoicas
surcan las mentes
y encienden antorchas.
Avanzas tres casillas.
Allí, la soledad aguarda bajo el fino hielo,
futura consternación del público merino,
la expiación del masoquista,
un mero panfleto.
Otra vez tu turno.
Caes en el fisgoneo,
en las ganas de un concepto propio,
el primer aleteo.
Búsquedas que comienzan por
"los países más peligrosos del mundo para ser..."
y terminan con la incredulidad
de que ser algo
suponga un peligro.
Te han pillado.
<<¡Por armar camorra,
condenado a la mazmorra!>>
grita el alguacil a perder echado.
Carta de libertad
no pueden prometer
salvo a los que viven
encadenados al poder.
Una tirada castigad@.
Alguien pregunta <<¿Y el cambio climático?>>
Nos bebimos el ártico,
de un solo trago,
de eso ya nos confesamos.
Retomas tu voluntad orientada
para derrumbarla en la casilla de los "dramones".
¿No te combina la camisa con las bambas?
Igual es porque no vas descalzo.
¿Alguna vez te dolió el corazón?
Igual vamos bien y no es para tanto.
Y es que en esta postal
las flores yacen en el suelo
mientras que en los árboles crecen sus siluetas,
alimentándose de la superflua claridad,
de la flaqueza de lo no dicho.
Doy la vuelta al tablero.
Aquí, el otro mundo,
aquél por el que apuesto,
el que contradice este poema,
el que abraza las diferencias "inabarcables"
y ensalza lo especial.
El mundo en el que el único rol
es ser uno mismo
y que le jodan al qué dirán.
El mundo de momentos y ahoras
en el que no haya más tiempo verbal.
El mundo de prepiropos,
libertad en el corazón,
como tabú la inhibición.
El mundo en el que se puede morir de Stendhal
y resucitar a bocanadas de sueños.
El mundo que no es utopía,
sólo empeño.
¿Tiramos el dado?
domingo, 3 de septiembre de 2017
Alas de jade
¿Sabes esa sensación por la que
la ilusión palidece
y, con previo aviso,
se retuerce entre los sinuosos hilos de lo perdido?
Sabes entonces
cómo empecé la semana;
con el jet lag de un viaje astral torcido,
el visage cambiado por el idioma,
el corazón nuevo, revestido.
La oscuridad al fondo del pasillo,
el eclipse del único sentido
redactados hasta el epílogo.
Y es que los círculos nunca vienen solos.
Donde uno pone fin al ciclo
otro, de la complicidad,
improvisa un anillo.
Ayer reescribí lugares,
superponiendo la marca indeleble
de un momento irrepetible.
Ayer descubrí que la caída
solo era parte del vuelo.
Ahora planeo entre las corrientes de ideas
que rozan mis dedos.
Ayer exploramos universos esperpénticos,
viajamos a otras épocas y continentes
pero nunca tuve miedo
porque siempre supe que detrás de mí
estaban desplegadas
tus alas de jade,
pesadas a causa de la sinrazón del mundo,
inflamadas por las despedidas que no tocan,
al fin y al cabo, tan humanas,
tan preciadas,
tan dispuestas a compartir
sus reflejos esmeralda.
Porque si los monstruos
ya solo habitan en el papel
y los versos laten a flor de piel,
¿quién quiere saber del tiempo?
¿quién quiere saber del mundo?
¿para qué?
Me empeñé en buscar
definiciones de felicidad.
Todos los 'dícese' rotos
en la soledad de los puntos suspensivos.
Ni en la dialéctica ni en la mayeútica,
el error se desveló en el fondo de un botellín.
Y es que las cosas más bellas
no atienden a definición.
Quizás la felicidad sea una sonrisa,
un paseo, una noche,
a todas luces, contigo.
la ilusión palidece
y, con previo aviso,
se retuerce entre los sinuosos hilos de lo perdido?
Sabes entonces
cómo empecé la semana;
con el jet lag de un viaje astral torcido,
el visage cambiado por el idioma,
el corazón nuevo, revestido.
La oscuridad al fondo del pasillo,
el eclipse del único sentido
redactados hasta el epílogo.
Y es que los círculos nunca vienen solos.
Donde uno pone fin al ciclo
otro, de la complicidad,
improvisa un anillo.
Ayer reescribí lugares,
superponiendo la marca indeleble
de un momento irrepetible.
Ayer descubrí que la caída
solo era parte del vuelo.
Ahora planeo entre las corrientes de ideas
que rozan mis dedos.
Ayer exploramos universos esperpénticos,
viajamos a otras épocas y continentes
pero nunca tuve miedo
porque siempre supe que detrás de mí
estaban desplegadas
tus alas de jade,
pesadas a causa de la sinrazón del mundo,
inflamadas por las despedidas que no tocan,
al fin y al cabo, tan humanas,
tan preciadas,
tan dispuestas a compartir
sus reflejos esmeralda.
Porque si los monstruos
ya solo habitan en el papel
y los versos laten a flor de piel,
¿quién quiere saber del tiempo?
¿quién quiere saber del mundo?
¿para qué?
Me empeñé en buscar
definiciones de felicidad.
Todos los 'dícese' rotos
en la soledad de los puntos suspensivos.
Ni en la dialéctica ni en la mayeútica,
el error se desveló en el fondo de un botellín.
Y es que las cosas más bellas
no atienden a definición.
Quizás la felicidad sea una sonrisa,
un paseo, una noche,
a todas luces, contigo.
martes, 29 de agosto de 2017
(La chica paréntesis)
Ella siempre confiaba
en que la vida rompería el hielo
sin darse cuenta de que la escarcha
se adhería a sus labios.
Los pliegues de sus sábanas
dibujaban interrogaciones,
sus canciones ya no contestaban,
el mundo se hacía más ruidoso.
Cada día era testigo
de conversaciones airadas
con olor a cerrado.
Y aunque no quería entregarse
a un presente acotado
ni a una distopía,
sin motivo,
la chica paréntesis
renunció al sonido.
Miraba de cerca y amaba de lejos
pero erraba desde lo más profundo
al encerrar lo más importante
entre dos signos,
metáforas de una infravaloración
sin frecuencia ni amplitud.
Uno siempre es incapaz de ver
lo que no ve.
Solo bastó un día claro
para poner fin
a este compromiso velado.
Una anomalía,
una chispa en sus ojos,
un espasmo en sus manos.
Las palabras se alzaron,
formaron tormentas de interior
y crucigramas de sentidos encallados.
Ella quiso recogerlas todas;
las guardó en botes de sal,
en las cajas de los zapatos viejos,
en los sobres de las cartas que nunca envió
y en las historias que no tuvieron lugar.
Entonces
se dio cuenta de que
la vida
no se vive entre paréntesis.
Vídeopoema:
https://www.youtube.com/watch?v=oRM6rqfCwG8
domingo, 6 de agosto de 2017
- CENSURADO -
Ellos llegaron una noche,
tras un suspiro,
sin previo aviso,
con aire displicente,
portando en sus botas
el camino de los prófugos
y la soledad subyacente.
Tacharon cuadernos,
rompieron poemas,
quemaron ideas.
Lanzaron amenazas contra mis metáforas,
indefensas, rotas sobre la madera.
Gritaron censura, juicio y sentencia.
Veinte años le cayeron,
tres menos por buenas compañías,
allí donde la verdad resuena
encerrada bajo barrotes de tinta,
anhelando el brillo de una pluma nueva.
Ahora sé que escribí versos prohibidos,
no por depravados
o impropios de una mente decente
(a saber...)
sino por sugerir esperanzas,
por hablar de cosas que
aún no eran ciertas
pero que tenían mucho de verdad
y que debían permanecer dormidas
conservando su naturaleza titilante,
la suavidad de una fantasía
enmarcada por la circunstancia.
Igual beber no sea lo mío
o tal vez sea esto de revivir recuerdos a palo seco.
Siempre me sedujo la sensación de crear
en estado de caos.
Puede que el tono te desconcierte
pero tú,
tú que conoces mis versos
y entiendes mis palabras
llegarás a su esencia.
Al abrirla hallarás que la nota base no se centra en mí,
que la nota de salida habla del tiempo y de la espera.
Destilé durante horas pensamientos,
deseché fragancias,
siempre llegué a la misma conclusión:
jueves, 6 de julio de 2017
Camino (teoría y práctica)
I
En algún momento nos dijeron que
debíamos seguir la línea
que empezaba en nuestros pies.
Confiábamos en que el horizonte
nunca tendría fin.
Optamos por caminar de frente
denostando el valor de una comodidad que,
en breve, sería pasada.
El vacío nos avisó de que la línea
jamás volvería a dibujarse sola.
Únicamente hallamos garabatos en la vertical,
escarpados salientes
tallados en la roca,
erosionados por los odios y pasiones
que toda vida invoca.
-----------------------------------------------------
III
Me pregunto por qué me empeñé
en pensar que el camino estaría asfaltado,
que todo aparecería indicado.
Son varios ya los kilómetros
y no veo una puta señal a mi lado.
Quedan los desvíos.
De ellos dicen que están en construcción,
pero los proyectos claramente
están en el aire.
Qué le vamos a hacer
si fuimos generaciones prometidas,
una vez más, perdidas.
No bastará con echarse a la carretera,
no bastará con correr más que nadie;
es una pugna con el presente.
Aunque si no nos movemos
no habrá letra que nos represente.
Es un consuelo intuir que
no hay cabida para una existencia inmutable,
que todo es ascenso hasta la caída.
Y en este progresar sin medida,
convertí los errores de los que más reniego
en las huellas sobre las que avanzar
y con todas las palabras que me negaron
tejí los versos que me hicieron madurar.
Siendo honestos,
y ya puestos,
siendo egoístas,
querría ignorar estos juicios,
desterrarlos al desconocimiento,
al menos,
enterrarlos en el fango del adormecido sufrimiento,
porque no son justos,
este no es su momento.
O quizá sea yo quien esté fuera de tiempo,
sin edad ni época, sólo con sueños.
Quizá la búsqueda empezó tarde,
quizá nuestro encuentro terminó pronto.
Sé que no hay líneas rectas en mis manos,
como no las habrá en esta travesía.
Pero la cima nunca importó tan poco
ahora que sé quién soy,
ahora que sé con quién quiero ser,
ahora que sé el cómo y el porqué.
jueves, 22 de junio de 2017
El jardín de las desidias
Esta noche mis sueños portaban premoniciones.
Te las cuento para que no se cumplan.
Tuve visiones de un mundo
consumido por el consumismo,
en el que pagan justos por perdedores,
danzando ensimismados
en su propio jardín de las desidias.
Me hablaron
de gente que huye
y de gente que no encuentra,
de la soledad en persona,
del espejo sin reflejo,
del pensamiento contrafáctico
y la negación inconsciente.
También contemplé
espantajos imbuidos por el abismo,
obcecados con la caída.
Ficciones en las que todos seremos
nadadores de un océano sin fondo,
a la vez condenados
a arder en piras de recuerdos fallidos
y promesas sin memoria.
Siempre con el dilema entre dientes
de sucumbir por unos ideales
o sobrevivir traicionándolos.
Me duele pensar que
una distopía intuida
se materialice en futuro.
Duele, sangra, ahoga.
Pero no me paraliza.
Acabaré con los tiranos de a pie,
sembraré historias reales
en cualquier mundo irreal
hasta ver renacidos,
lejos de la soledad a 1080p,
los verdes tallos del amor y la amistad.
lejos de la soledad a 1080p,
los verdes tallos del amor y la amistad.
Erigiré rebeliones sin bandera ni fuerza
por ti y por todos los que son como tú,
porque sois el eje de la revolución, ahora,
porque si el futuro no es incierto
es contigo.
sábado, 6 de mayo de 2017
Los círculos
Meses atrás
me vi descansando
en camas de ceniza,
sin causa aparente
ni razones confesables.
Buscando sin encontrar
geometrías a las que ensamblarme.
Aristas de más o de menos
rompían la continua simetría.
Pero allí,
descosida en poliedros,
reparé en que ya había encontrado los círculos,
suspendidos, siempre en vuelo,
como móviles contra el insomnio,
atrapasueños que liberan vida,
que invocan los motivos
por los que seguir añadiendo noches al contador.
Las almas sin cuadratura,
la órbita de sueños y quimeras compartidas,
los ciclos de películas y café,
las vueltas en metro,
las voces que alivian los ángulos en ondas,
que cantan esta noche,
las carreras por la periferia de la cordura,
los planes, los viajes de un futuro helicoidal,
las risas, siempre, aun en momentos de curvas.
Así fue cómo esta sencilla parábola,
con la que me tropecé al mirar afuera,
se hizo realidad
al materializarse dentro de mí.
Gracias a todos mis círculos.
me vi descansando
en camas de ceniza,
sin causa aparente
ni razones confesables.
Buscando sin encontrar
geometrías a las que ensamblarme.
Aristas de más o de menos
rompían la continua simetría.
Pero allí,
descosida en poliedros,
reparé en que ya había encontrado los círculos,
suspendidos, siempre en vuelo,
como móviles contra el insomnio,
atrapasueños que liberan vida,
que invocan los motivos
por los que seguir añadiendo noches al contador.
Las almas sin cuadratura,
la órbita de sueños y quimeras compartidas,
los ciclos de películas y café,
las vueltas en metro,
las voces que alivian los ángulos en ondas,
que cantan esta noche,
las carreras por la periferia de la cordura,
los planes, los viajes de un futuro helicoidal,
las risas, siempre, aun en momentos de curvas.
Así fue cómo esta sencilla parábola,
con la que me tropecé al mirar afuera,
se hizo realidad
al materializarse dentro de mí.
Gracias a todos mis círculos.
viernes, 21 de abril de 2017
Micropoema de un pasado presente
"Me obligué a no mirar atrás,
pero era inevitable.
Me convertí en los eslabones de sal
que me atan a tu recuerdo."
miércoles, 5 de abril de 2017
El adiós
Adiós,
la palabra rota por excelencia,
diferida, maldita,
sin necesidad de ser pronunciada
rebota una y otra vez
destruyendo realidades,
ahora fragmentos de desilusiones.
Debe ser el olor a torrija
que ya desencadena conciencias punitivas,
que ya se vale de ellas
para sacrificar una devoción
que trasciende lo divino.
Mea culpa,
golpe de pecho,
laceración del corazón
si no entendiste mi amistad,
si no la defendiste.
No sacaré los guantes
si tú no entras al cuadrilátero.
No te preocupes,
guardaré los momentos,
las instantáneas sin flashes,
iluminadas por el fulgor de lo espontáneo y lo genuino.
Pero has incumplido todos mis mandamientos.
Aquel que dice que
respetaremos nuestros silencios
para, después,
pasar tardes enteras
confesándonos secretos.
Ese otro que manifiesta que
yo seré tu ocasional refugio
y tú, la imagen que me sirva de subterfugio.
Sobre todo,
este que jura que
no te dejaré marchar
de igual forma
que tú no te irás.
E, incluso con todo,
no te despido aquí.
Mi adiós nunca será un ultimátum.
la palabra rota por excelencia,
diferida, maldita,
sin necesidad de ser pronunciada
rebota una y otra vez
destruyendo realidades,
ahora fragmentos de desilusiones.
Debe ser el olor a torrija
que ya desencadena conciencias punitivas,
que ya se vale de ellas
para sacrificar una devoción
que trasciende lo divino.
Mea culpa,
golpe de pecho,
laceración del corazón
si no entendiste mi amistad,
si no la defendiste.
No sacaré los guantes
si tú no entras al cuadrilátero.
No te preocupes,
guardaré los momentos,
las instantáneas sin flashes,
iluminadas por el fulgor de lo espontáneo y lo genuino.
Pero has incumplido todos mis mandamientos.
Aquel que dice que
respetaremos nuestros silencios
para, después,
pasar tardes enteras
confesándonos secretos.
Ese otro que manifiesta que
yo seré tu ocasional refugio
y tú, la imagen que me sirva de subterfugio.
Sobre todo,
este que jura que
no te dejaré marchar
de igual forma
que tú no te irás.
E, incluso con todo,
no te despido aquí.
Mi adiós nunca será un ultimátum.
sábado, 18 de marzo de 2017
Eres
Te sientes una vez más en el oleaje,
impelida por las ondas del compromiso,
refrenada por la fatiga de una ocupación
que no siempre reconoce tu valía.
Tu alma pide arte,
nutrirse de su estado natural,
por eso palidece con sólo imaginar
las cuatro paredes forradas en papel.
Me dices que desearías cambiarlo todo
por una caja de lápices
y una maleta de instantes.
Me río contigo,
sin que lo sepas,
de esa inocencia pura
que te ciega y me obnubila.
Tú eres arte,
porque vives,
porque espiras,
porque (me) inspiras,
porque eres prosa poética.
El tríptico de un ensueño,
la cuarta toma de una escena a ras de vida,
el quinto sabor en mi boca,
la sextaesencia del arpegio,
la última frase de una carta,
el primer trazo de todos mis retratos.
Tú eres.
domingo, 19 de febrero de 2017
Flor de papel
Tatuado en las esquinas de mi alma
ese "no hay nadie como tú"
perfora ya los huesos,
la memoria
y el entendimiento.
Caigo en la locura de la tinta
cuando empieza a marchitarse
tu aguja de las palabras.
Das paso a la quemazón de aquellas frases
que nunca terminaron de curarse.
Ahora exteriorizo
en forma de cicatrices
esta huella inmune a no estar a tu lado,
inflamadas por la misma razón,
calmadas sólo con la promesa de volver a verte.
Insúflame aliento,
llena estos huecos de éter
con tus labios eternos
que me aterra tener que remolcar
un lienzo incompleto.
¿Lo ves?
Las dudas agonizan
ahora que en mi esencia se perfila
una flor de papel.
ese "no hay nadie como tú"
perfora ya los huesos,
la memoria
y el entendimiento.
Caigo en la locura de la tinta
cuando empieza a marchitarse
tu aguja de las palabras.
Das paso a la quemazón de aquellas frases
que nunca terminaron de curarse.
Ahora exteriorizo
en forma de cicatrices
esta huella inmune a no estar a tu lado,
inflamadas por la misma razón,
calmadas sólo con la promesa de volver a verte.
Insúflame aliento,
llena estos huecos de éter
con tus labios eternos
que me aterra tener que remolcar
un lienzo incompleto.
¿Lo ves?
Las dudas agonizan
ahora que en mi esencia se perfila
una flor de papel.
sábado, 11 de febrero de 2017
Acto III
Con frecuencia,
evitamos las cosas que más deseamos,
ocultamos nuestros anhelos,
los enterramos en excusas cansadas
esperando que se desvanezcan por sí solas.
Un abrazo, que nunca debió terminar, roto por las normas del decurso.
Unas manos que sólo se entrelazaron con el viento.
Un beso que murió en unos labios indecisos.
Basta un gesto, una mirada para delatarnos,
para revelarnos como falsos actores
de una vida dramatúrgica.
E incluso a contrapié
hacemos por conservar el disfraz.
El figurante de su propia obra,
el perfecto huésped de una existencia estándar.
Despropósitos, fines arrojados al silencio
con una mordaza de conciencia represiva,
otro ancla para un corazón que ansía latir.
Yo claudico ante las presiones de la experiencia.
Elijo vivir sintiendo.
Me atengo a las consecuencias.
evitamos las cosas que más deseamos,
ocultamos nuestros anhelos,
los enterramos en excusas cansadas
esperando que se desvanezcan por sí solas.
Un abrazo, que nunca debió terminar, roto por las normas del decurso.
Unas manos que sólo se entrelazaron con el viento.
Un beso que murió en unos labios indecisos.
Basta un gesto, una mirada para delatarnos,
para revelarnos como falsos actores
de una vida dramatúrgica.
E incluso a contrapié
hacemos por conservar el disfraz.
El figurante de su propia obra,
el perfecto huésped de una existencia estándar.
Despropósitos, fines arrojados al silencio
con una mordaza de conciencia represiva,
otro ancla para un corazón que ansía latir.
Yo claudico ante las presiones de la experiencia.
Elijo vivir sintiendo.
Me atengo a las consecuencias.
domingo, 29 de enero de 2017
(Auto) Reconciliación
Desde que no entiendo
las canciones ni los versos,
la tierra está sin
agua,
el viento sin voz.
Al fin te dejas ver,
detrás de las
paredes,
revolviendo entre
sueños remotos,
cuando bailabas
luminosa en profundos ecos de bruma
haciendo a tu antojo
en aquellas fiestas de sombras.
De ellas sólo quedan
cócteles de ceniza,
cementerios de este
ágape.
Cal viva y arena
muerta dejamos a nuestro paso
por no
permitirnos ser, por no despedirnos.
Vuelve con el norte y
el oeste
y dejemos las falsas
brújulas que me hicieron perder tu posición.
Firmemos esta tregua
hoy mismo,
entreguémonos a
causas perdidas
y no a causas que nos
pierdan.
Que esta línea de
puntos sea el comienzo de algo antiguo.
Sé arte de nuevo,
sé tuya,
sé por mí,
sé por ti.
Prólogo
Mi nombre es Sara. Tampoco te contaré mucho más por el momento, para no hacer spoilers a la primera de cambio. Sólo un pequeño matiz; hace unos años sufrí un episodio agudo de existencialismo. Ahora mismo, con unos 232 días a la espalda sin leer a Schopenhauer, ya casi estoy reinsertada en la sociedad. Sin embargo, si alguna vez encuentras aquí palabras desesperanzadas, te pido que no me lo tengas en cuenta, es un viejo hábito, una mala costumbre transitoria (como esa gente que arrastra los pies).
Pero, vamos al tema. ¿Qué puedes encontrar aquí? Desvaríos de todo tipo, según el día. ¿Por qué ese nombre? Porque este blog nace con el propósito de airear textos que nacieron precisamente en noches en blanco, de fragmentos inconexos que tomaban forma bajo la luz de una lámpara de escritorio, en las calles de una ciudad mientras escuchaba sus secretos, en veladas oníricas, en un autobús de regreso.
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